sábado, 17 de abril de 2010

Dormida

Ayer, después de una grata visita en la facultad (que me motivó a degenerar la segunda hora de clases sin importarme en lo más mínimo que se trataba de la presentación del examen de macro que se rinde la próxima semana) salí medio cansada y me topé con una línea 3-1 enfrente mismo... hace tiempo dejé de usar el 3, porque hay hasta las 21:25 nomás y la salida es a las 21:45, además tarda 45 mins en llegar a casa + los 15 mins que esperáaaas ahí... suelo caminar nomás 20 mins hasta mcal López por evitar la fatiga y las vueltas e irme derecho a casa en el 12... en fin... ya que estaba ahí, me despedí y me subí nomás ya.
Como es de costumbre, me apoyé por la ventanilla y al toque me quedé dormida, empecé a medio soñar las cosas malas que me pasaron últimamente (estupideces así que me hacen divagaaar mentalmente y arman pelotitas de acerrín en mi cabeza que me vuelven totalmente patética), lo que sí que abrí los ojos y traté de no pensar en nada, miré el pasillo del bus, estaba sentada en el fondo. Llegaron hasta la puerta trasera dos nenitos, uno como de seis y otro más chiquito... supongo que llegaron hasta ahí sin que nadie les ceda asiento debido a que corrieron por todo el pasillo sin miedo a caer y con ganas de sentarse en los únicos dos asientos que estaban desocupados, a mi lado... más a la izquierda estaba una chica como de 15 que vestía un vestidito gris y se sentaba derechita, me pregunté a dónde iba tan coqueta y si estaba sola... lo que sí que los dos nenes se sentaron a mi lado... su papá venía atrás cargado con una mochila y dos bolsas, lo admiré.
Me quedé pensando en si alguna vez pasé esa situación con papá, cuando estaba conmigo, pero no recordaba nada... me quedé mirando fijo por la ventanilla. De repente sentí que un bulto se apoyaba totalmente en mi brazo, era el nene más grandecito... se quedó dormido. Me causó gracia cómo lo miraba su hermanito y después se fijaba con seriedad en mi cara... jaja...
El bus frenaba cada una cuadra y el nene medio volaba del asiento... me preocupé porque se podía golpear, o despertar derepente y asustarse. Tenía mi cartera y mi saquito en mi regazo, así que medio acomodé mi saquito encima de mi cartera y dejé que se apoye encima, así le podía atajar con mi brazo para que no se lastime y esté más comodo... no sé por qué me sentí tan bien, capáz porque es la primera vez que tenía una criatura dormida en mi regazo, pero fue raro, porque siempre me causaron ternura los niños, así que no tendría que sentirme rara al tener uno conmigo. No pude más dormir.
En eso escucho que el papá con todo grita "despertale !", no sé si me dijo a mí o al hermanito, el más chico saltó del asiento... lo levanté de mi regazo y se despertó despacito, pero saltó también cuando vió que su papá y su hermano ya estaban por bajarse... medio sacudió la cabeza y me miró, fue suficiente para mí. Alcancé a escuchar que se llama Alvaro.
Alvaro es importante para mí, aunque sepa que nunca más lo voy a ver. Es importante porque mediante él me dí cuenta de que muchas veces me quedo dormida sin darme cuenta de lo bien que estoy, como él... me apoyo en alguien, que tal vez ni percibo, pero me está dando la seguridad y protección que necesito para que todo esté bien... mientras me pierdo entre mis cosas; uno en el que nadie puede entrar. Quizás como él, debería despertarme y mirar lo que pasa a mi alrededor... o aunque sea sacudirme de vez en cuando y fijarme en las personas que están a mi lado cuando necesito apoyarme, estar más cómoda, más segura. Alvaro me miró fijo, y fue suficiente. Desde otra perspectiva, me dí cuenta de la capacidad para brindar cariño y lo bien que se siente dejarlo fluir de vez en cuando :)

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